Fue un viaje express a Veracruz, saliendo de la ciudad de México a medio día y arribando a Tlacotalpan a las siete de la noche, pasando por Córdoba y tomando hacia Villahermosa pero saliendo en la desviación a Cosamaloapan. Tengo que decir que el camino hasta la desviación a este último pueblo es muy rápido pero a partir de ahí todo se vuelve más lento por que solo hay dos carriles y los tractores van jalando carros repletos de caña, también los topes y el mal estado hicieron más largo este viaje en tiempo pero no en distancia. (Aquí la ruta)
Llegamos al Hotel Doña Lala que se supone que es el mejor de la ciudad o por lo menos el más anunciado en diferentes medios ya que es el más grande y esta casi frente al Papaloapan.
No hay que perder de vista que ir a Tlacotalpan no es para estar dentro de la habitación pero no puedo dejar de mencionar que las habitaciones no son de lo mejor pero cumplen su cometido que es dormir decentemente ,aunque esta muy disparejo el precio y la calidad seguramente se pueden encontrar mejores lugares y más económicos como el hostal dentro del Foro Cultural «Luz de Noche» donde por las noches puedes encontrar noches de zapateado con jarana, entre otros.
En el Restaurante de Doña Lala se puede comer muy bien, junto al río hay otras opciones más tradicionales pero no por ser restaurante de hotel pierde el sabor de lo típico tlacotalpeño, en el cual ofrecen un desayuno magnifico como pocos he comido y consistía en frijoles negros con longaniza tlacotalpeña y plátano macho frito de excelente sabor sin olvidar el topping de queso fresco de la región que le da un salado especial, pellizcadas con salsa verde, roja o pasilla acompañadas de gorditas infladas de papa, frijol o piloncillo, huevo con longaniza y huevo con camarones que sirve perfectamente para rellenar
También pude probar el filete de pescado relleno de mariscos gratinado bueno, dentro de la carta de comidas y cenas del restaurante.
Al día siguiente fuimos a Catemaco donde comí un excelente coctel de camarones y unas pellizcadas de «Momocho», y debo decir que nunca había oído de tal ingrediente pero les describo que es como un chicharon prensado revuelto con chicharrón seco o un chicharron prensado no tan húmedo.
Al siguiente día pasamos al bar/cantina Blanca Nieves que es el más famoso de la ciudad principalmente por ser el favorito de Agustín Lara, donde conocí a Don Tobías Carbajal y a su familia que me estuvo contando de como se hacen los famosísimos toritos y de la gastronomia local.
Empezamos con un Toro tradicional que se hace en un vaso de veladora grande, 5 limones , alcohol del 96º etílico (que se pueda beber), miel de abeja y agua mineral. El punto clave en la preparación de este coctél es el sonido que hace el vaso con el limon y el agua mineral y disolviendo la miel golpeandolo que pasa de agudo a grave s, esto por el cambio de densidad del liquido dentro del mismo.
Toritos los hay de Pistache, Cacahuate, Coco, Guanabana, Jobo (que de julio a septiembre se puede tomar con chilpaya) y Zarzamora, los hay de agua como de leche pero sin duda los mejores toritos, la mejor atención y el mejor lugar es Blanca Nieves.
Don Tobías tuvo la gentileza de regalarme una botella del torito de casa, uno que no se vende en cualquier tienda y es de Torombolo como se le llama en la región pero comúnmente se le encuentra como carambola. En la fotografía de arriba esta Don Tobías y su mujer que es parte esencial de la preparación de los toritos de los cuales solo me traje a D.F. doce botellas.
Tlacotalpan es un «must» para todos nosotros sibaritas mexicanos, no dejen de visitarlo.